27 de noviembre de 2007

Oportunidad (y 3)

Relato (continuación de entradas anteriores) Oportunidad (1) - Oportunidad (2)

Las primeras luces del alba sorprendieron a Sam tumbado en el asiento trasero, frío y entumecido, le dolía terriblemente la cabeza, como si estuviera a punto de estallar, y tenía mucha hambre. Por si eso fuera poco, además se sentía extrañamente desgraciado sin encontrar la razón para ello. De pronto le llegó todo, recordó el día anterior, lo que estaba haciendo allí y su obligación. Salió del coche atropelladamente y se apresuró a volver a la fachada principal sintiendo al llegar un gran alivio. El vehículo de Laura aún se encontraba estacionado en el mismo sitio, estaba sucísimo a causa de la tormenta, pero allí estaba, desafiante igual que la noche pasada. Era un día plomizo, chispeaba ligeramente y el barrio aún parecía sumido en una típica mañana de domingo. Alguien se estaba duchando en el piso de arriba. Esperó pacientemente montando el carrete y el teleobjetivo en la cámara. Haciendo caso omiso de las punzadas en la sien, notó la petaca, que sabía vacía, en el bolsillo interior de la americana, sintiendo un sabor amargo en la boca, su aliento ahora mismo podría tumbar a cualquiera. Transcurrió más de una hora hasta que se volvió a notar movimiento en el interior. Una larga hora en la que quiso en vano mantener la mente en blanco, nunca se le había dado bien dejar de darle vueltas a lo que no debía y no iba a cambiar hoy.

Al fin se abrió la puerta principal, Hera apareció radiante con el cabello aún mojado, la dejó de par en par y parada en el umbral recibió sonriente los besos y las caricias de despedida de Laura. Las tenía, esta vez sí eran suyas. Llevaba semanas esperando unas instantáneas así, debería haber estado contento, su cliente estaría satisfecho, por decirlo de alguna manera. Pero distaba mucho de estar contento, tan sólo estaba cansado, muy cansado. Cuando Laura soltó a su compañera y bajó decidida los escalones para salir a la calle con los mismos pantalones de lino blanco del día anterior, el detective automáticamente dio media vuelta encaminándose pesadamente hacia el sedán, los pies le pesaban como si fueran de plomo.
Sam cerró la puerta de un portazo y subió la ventanilla al tiempo de ver como una figura decidida se asomaba por ella. Se le escapó una palabrota, era su objetivo, ¡su maldito objetivo estaba haciéndole señas para hablar con él! Definitivamente estaba perdiendo facultades. No tuvo más remedio que salir del coche y afrontar lo que Laura tuviera que decir.

- Mira, a mí no me importa demasiado que me fotografíes, pero me temo que ella no opinará lo mismo, y mucho menos le gustará que lo hagan sin su permiso.
- Buenos días ante todo, señora. Ese permiso puede discutirlo con el Colegio Oficial de Detectives privados de Madrid, del que por supuesto soy miembro. Le informo de que tengo derecho a realizar esas fotografías en el curso de una investigación.

Lo dijo muy frío, todo lo que pudo. De ningún modo quería que ella se diera cuenta de que este caso le había sobrepasado. La miró esperando que su reacción fuera violenta, que se pusiera a gritarle o a amenazarle, no sabía, que se pusiera histérica o algo así, al fin y al cabo eso es lo que hacían las mujeres en un momento como ese ¿no? Pero no estaba preparado para que ella le sostuviera la mirada apretando los dientes por toda respuesta, para sus ojos verdes valientes y obstinados, para su respiración acelerada. No estaba preparado en fin para encontrarse tan perfectamente reflejado en esa mirada, y las palabras salieron de su boca sin querer. Le dijo lo mismo que le hubiera dicho a una hija, lo mismo que le hubiera dicho a alguien que por nada del mundo quería que cometiera los mismos errores que él cometió.

- Sabes que esto puede salirte mal ¿verdad?, sabes que puedes pagarlo muy caro, ¿no te importa?
- Por supuesto que me importa. Creo que todo puede salir mal, o bien, o a medias, en realidad casi siempre suele salir a medias. Pero donde yo estaba, ya me estaba saliendo mal. Tener la sola sensación de que no estás aprovechando cada minuto de tu vida como deseas ya es pagarlo caro y hacérselo pagar a los que te rodean. Prefiero mil veces arriesgarme aunque pierda mil veces.

Samuel, moviéndose lentamente, metió medio cuerpo por la ventanilla del viejo sedán hasta alcanzar la cámara, se volvió hacia Laura, rebobinó el carrete recién puesto y sacándolo lo depositó en sus manos. Ella lo recibió exultante, con la sonrisa triunfal de quien ha ganado un premio a su osadía, se dijo el hombre mientras la miraba salir disparada hacia su coche. Le gritó un gracias y arrancó a toda prisa. Él hizo lo propio y la siguió, esta vez sólo fue detrás de ese coche porque llevaba su camino, el de vuelta a la ciudad. Su antecesor se quedó parado antes del primer cruce, en un momento apareció una berlina gris oscuro que ya conocía, Hera iba al volante, al parecer había pasado por alto la señal de dirección obligatoria para ahorrarse rodear la manzana. Laura le cedió el paso caballerosa y reanudó la marcha inmediatamente detrás.

Las vio alejarse por la carretera hasta que los dos coches se perdieron de vista. Comenzaba de nuevo a llover, suavemente; sacó el brazo fuera y junto a las gotas notó el aire fresco de la mañana, aún eran las 7:30. Suficiente, más que de sobra para ellas, reflexionó adecentándose de forma mecánica la camisa y el escaso pelo que le quedaba, pero tarde, demasiado tarde para él.

Y bueno, creo que la idea que intento transmitir ha quedado clara. Todo se escribe por algo, me estoy dando cuenta. Es curioso que cuando empiezas a veces a escribir no sabes por que lo haces, es más adelante, cuando ya estás metido en ello cuando te percatas de que tiene una utilidad. Quiero decir una más allá de que tú mismo y los demás disfruten de la lectura. Por ahí me dicen que estoy inspirada, que estoy descentrada, que estoy yo que sé. ¿Cómo no voy a estarlo demonios?

18 comentarios:

  1. Sí, es curioso cómo, si dejamos ir a las manos a su antojo, acaban contando lo de dentro a su manera. Es la magia de la escritura: cuando logramos que se calle la boca el censor interno y sale nuestra verdadera voz. Qué momentazo ese, ¿verdad?
    Besotes. Vaya tela el Sam, cómo es la vida a veces...

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  2. Genial Cyllan... no se por qué lo has escrito pero te ha quedado muy bien... Me ha gustado un montón...

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  3. Saludos prima, increible la entrada.

    Nos leemos y pásate !! (f)

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  4. Pues para no tener muy claro el por qué, esta historia no tiene desperdicio alguno.

    Un abrazo!

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  5. Hola a todos, me alegra mucho que os guste, es un escrito importante para mí.
    Tú lo has dicho Leo, vaya tela el Sam, je, vaya tela. Nuestra verdadera voz.
    Abrazos.

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  6. "Tener la sola sensación de que no estás aprovechando cada minuto de tu vida como deseas ya es pagarlo caro y hacérselo pagar a los que te rodean".

    Estas palabras se me han quedado grabadas amiga, cuán ciertas son Dios... y que bien me vienen, creo que me han venido bien toda la vida... te la pasas viviendo en función a los demás, y después ya no sabes ni lo que quieres.
    No, no y no yo no quiero un día peinarme los cabellos canos, mirar mi faz ya arrugada y decirme como Sam... ya es tarde Rosa, ya es demasiado tarde.
    Ay Cyllan, empiezo a creer en eso de la conexión.

    Un beso mi niña linda.

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  7. Desde luego si existe la conexión tú y yo la tenemos tía :)
    Pierde cuidado, no me parece que corras el riesgo de ser una Samy. Pero no bajes la guardia ¿Eeeh? Que, como decía el Principito, no se sabe nunca.
    Otro beso.

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  8. Dejar que sea la historia misma la que te lleve es divertido. De momento vamos bien. Quiero decir que me gusta cómo lo escribes.

    Un beso

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  9. ¡Hey tiote! Gracias. ¿No estabas desaparecido hasta el 3? Jejeje, me alegro que vuelvas puntualmente.
    Espero que lo estés pasando bien en las vacas, más vale tarde que nunca.

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  10. Dime, Cyllan, ¿por qué no te dedicas al género? Lo haces bien bien, de verdad.
    Me ha gustado leerte, tanto como ver esas presentaciones que nos envías.
    Un beso, estupenda.

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  11. Muy de acuerdo contigo en que la escritura nunca sabes adonde te lleva y siempre te lleva hacia algún sitio. Muchos besos.

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  12. Dédalus gracias hombre, acabo de engordar un kilo. Ya me dedico al género todo lo que mi talento permite, es decir escribir muy de cuando en cuando y postear por aquí y por allá a veces. Y estoy encantada de compartir las presentaciones y todo eso con los amigos.

    A ti también te pasa Abismo seguramente. Es que es genial como las ideas fluyen y toman forma sobre la marcha.

    Besos a los dos.

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  13. Estas... genial!
    Yo si qué no sé que decir...

    Me has hecho pensar...
    Tambien eres mala.
    ;-)

    Besos.

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  14. No soy mala. Ya sabes, se "amplifica".
    Y tú, que te has recorrido todo este cabo de arriba a abajo, también me has hecho pensar.

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  15. Pues a ver si con una palabra que te venga te construyes pronto otro mágico poema, pero sólo cuando te apetezca. Ya tengo ganas.

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  16. Eres muy amable Abismo. Ya llegarán las palabras, ahora siempre llegan. A ver si saco algo antigüo un día de estos.
    Por cierto tú nos has puesto mucha tarea, no paras de escribir uuff ;) Luego iré a ello.

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  17. Hoooola! me ha gustado mucho... explícito y a la vez hermoso. Especialmete Hera... brillante elección. El bueno de Sam, si todos entendiesemos la vida como él la entendió y la sintió en sus propias carnes, todo sería más fácil, ¿será necesario que todos tengamos una "Eva" para tener la mente preclara?...
    Enhorabuena Cyllan

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  18. Pez... :*
    ¿Enhorabuena? Ahora me va a dar vergüenza conocerte, si te pasas por aquí. Bueno, le echaré valor ;)

    Todo sería más fácil y más hermoso si tuviéramos una "Eva", siempre que no desperdiciáramos la ocasión claro. Cualquiera puede entender ese mensaje, y todos estamos de acuerdo. Por ahí es donde veo su "utilidad" práctica ;)

    ¿Nos vemos en esa barbacoa pendiente? Jeeee.
    Besitos.

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