5 de octubre de 2012

20.000 leguas de viaje (peñazo) submarino

Creí que no iba a acabarse nunca. He aquí una de las novelas que más me ha costado asimilar. ¿He dicho novela? Así está clasificado creo, pero nada más lejos de la realidad, las partes de relato son simplemente la amalgama que une lo importante del libro, y lo importante es el alucinante tratado de biología, oceanografía, zoología, ingeniería, historia y yo que sé que más que constituye el grueso (el 90 % diría yo) de la obra. Aquí lo dejo para que no les pille desprevenidos, si yo hubiera sabido lo que iba a leer no creo que hubiera empezado. Entre otras cosas porque si quiero aprender de esas materias preferiría hacerlo de fuentes de conocimiento de este siglo. El viejo de Julio Verne sabía mucho de muchísimas cosas, pero hubiera sido más ameno si en vez de intentar demostrarlo a cada párrafo nos diera más acción y más de esa imaginación suya desbordante. No es la primera vez que me pasa esto con el famoso autor.
Como la idea base y el hilo argumental son buenísimos han dado pie a películas, resúmenes juveniles, comics, todos ellos mucho más divertidos y amenos que la obra original. ¿Herejía estas palabras? Me da igual.

2 comentarios:

  1. Pues uno que no leeré en "versión adulto" jaja...ya te digo, el que yo tenía de cría era con viñetas y me gustaba. Me quedaré con ese recuerdo.
    ;)

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  2. Claro, igual me pasa a mí con muchas historias de Verne, lo dicho, un desengaño terrible.

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