7 de mayo de 2012

El mal


A veces es tan palpable la oscuridad de adentro
que me cuesta incluso respirar.

8 comentarios:

  1. Te entiendo perfectamente...
    (por cierto, qué miedo da el muñequín...)
    ;)

    ResponderEliminar
  2. ¿De veras? No tenías ninguna pinta de eso. Como engaña la red.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uyyy ahora sí que me dejas intrigada, vamos por partes (que diría Jack el destripador):
      - ¿de qué oscuridad interior estamos hablando exactamente?
      - ¿de qué no tenía pinta?

      (sigo teniendo que abrir el explorer para poder comentar con este nuevo formato, te lo digo porque no sé si sólo me pasa a mí, pero si le pasa a más gente no creo que todo el mundo se tome la molestia de abrir otro navegador o no caen en ello...)

      Eliminar
  3. Oscuridad como sinónimo de maldad, interior la propia, la de uno mismo vamos. De poseerla tanto era de lo que no tenías pinta.

    (No recuerdo donde cambié lo de las respuestas de los comentarios, grr. Pero sólo tú tienes problemas creo, de hecho yo uso firefox y va bien.)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uff menos mal que hemos aclarado conceptos...creo que la cosa está en que no relacioné el muñeco con el texto...
      No Cyllan para nada tengo oscuridad interior como sinónimo de maldad, nada más lejos de mí, te lo puedo asegurar (nadie es perfecto pero de ahí a tener maldad...)
      Yo me refería a oscuridad como sinónimo de incertidumbre, de miedos internos, de inseguridades...y entonces sí, entonces sí que la tengo, pero maldad noooo.

      (Pues el caso es que sólo me pasa en este blog, es cierto...aquí sigo teniendo que abrir el explorer, pero si dices que sólo me pasa mí, pues nada todo ok, yo lo abro no hay problema).

      Eliminar
    2. OK, eso me pega más.

      Eliminar
  4. Es cierto eso. A veces todo está oscuro y espeso dentro, como si el corazón fuera de alquitrán.
    Pero, a veces no. ;)
    Un besico.

    ResponderEliminar
  5. De alquitrán, sí, eso es.

    ResponderEliminar