7 de octubre de 2007

Ya voy bien en mis zapatos

3/12/2006
Estoy bajo la lluvia, me apoyo en la fachada y sujeto torpemente mi paraguas en el hombro. Hace frío, tengo frío por llevar parada aquí tanto rato. Un tipo se acerca tambaleándose y no tiene pinta amistosa, viste un chubasquero andrajoso con la capucha puesta. Me mira y se detiene, y me mira más, como calculando que demonios haré yo ahí. Yo también me lo pregunto. Es de noche. Siento un poco de miedo, pero no pienso moverme ni un metro de esta posición, si me muevo me quedaré sola.

-
¿Tienes fuego?
Vaya pregunta, pienso, y por un momento estoy tentada de reírme.
- No, no fumo.
- Haces bien. Qué mierda tía. ¿Tienes algo suelto?
No le entiendo muy bien, aunque se esfuerza, su vocalización deja mucho que desear.
- No, no tengo nada.
- Algo tendrás tía joder, venga dame algo. ¿No tienes algo para un antiguo casco azul?

Abro los ojos como platos al tiempo de darme cuenta de que puede estar como una cabra o tal vez sí que lo fue, parece fuerte, tiene buena planta. Sus ojos son claros, tal vez azules, no quiero mirarle mucho.

- No tengo nada de verdad, he salido sin nada.
- No tengo nada, no tengo nada… ¡me cago en la puta!

Retrocedo un paso instintivamente, aprieto con la mano la pda en el bolsillo, su tono de voz es amenazante. Sigue parado delante de mí mientras farfulla quejas que apenas entiendo, no sé ni contra quien se queja, contra el sistema, quizá contra la vida en general. Le repito que he salido de casa corriendo sin nada, mientras pienso fugazmente que no sabe hasta que punto es eso cierto, corriendo, sin nada. Estoy a punto de salir pitando, el corazón me late muy fuerte, pero el tipo comienza a andar de nuevo acera abajo, sin parar de hablar inconexamente. Mientras aliviada observo su paso tambaleante alejarse, me fijo en sus piernas, en sus pies, y me doy cuenta de que aunque muchas veces aspiro a caminar en otros zapatos, no quiero caminar en los de cualquiera.
Casi ha dejado de llover, hace rato que debía haber vuelto a casa. No quiero caminar en sus zapatos, ya voy bien en los míos.

16 comentarios:

  1. Hola Cyllan...
    Una vez supe de una historia en la que el personaje se quejaba de la "cruz" que le había tocado cargar... Entonces Dios le permitió llevar las otras...una pequeña, pero punzante, una rosa...pero avergonzante..., otra liviana...pero letal..., y así...hasta que fue a Dios y le pidió que le devolviera SU cruz....su vida con sus cuestiones: esa, dolorosa y difícil, sí podía sostener.

    Los zapatos del otro, suelen ser...como bien describes...difíciles de llevar.
    =================

    Te traje el regalito de mi cumple...una pequeñez... pero de corazón !!

    Besitos!
    Y cuídate! :)

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  2. Es díficil ponerse en los zapatos de otros, tan díficil que no somos capaces de ponernos en los de cualquiera, sino en tal caso, en los de una posible elección que pudiésemos hacer y aún así sería complicado.
    Nunca la frase "Entiendo lo que te pasa" estuvo más lejos de la realidad de uno mismo.

    besos.

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  3. Fue durillo ¿eh?
    Atate bien los cordones. Nunca se sabe lo que nos deparará el calzado de mañana.
    Abrazos

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  4. Ferípula
    Pues sí, esa es la idea. Por aquel entonces no me daba cuenta de que siempre hay zapatos mucho más incómodos que los propios.
    Hey gracias por la mariposa, jeje, qué detalle.

    Eva
    En los de cualquiera ni de coña Eva, y uno elegido... pues ni eso yo creo, porque "cada uno en su casa sabe lo que tiene" y luego nos dan "gato por liebre" ;)
    El "entiendo lo que te pasa" se suele decir con la mejor intención. Pero es verdad que es complicado ponerse realmente en el pellejo de otro.

    Tanhäuser
    Fue duro en ese momento y lo sigue siendo ahora Tan. Pero los tengo bien atados no te preocupes.

    ¡Besitos a los tres! :)

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  5. Interesante, la verdad respondiendo a tu post anterior ahora si respondo los comentarios que me dejan jeje xD.

    Yo nunca he deseado estar en los zapatos de otra persona... quizás lo desee proximamente.

    Saludos pariente lejana !

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  6. Ha mi Cyllan, tú eres de las mías, aunque me muera de miedo, alli esatoy de pie, firme como roca, aunque por dentro este como gelatina a medio cuajar.
    Muchas veces me han pasado casos parecidos al tuyo y a dDios gracias he salido bien librada de todo.
    Una vez uno de estos tipod dadictos me pidió dinero, yo no cargaba un centavo; entonce me dijo, dame tu pulsera y se la dí... después que se alejo corrí "como alma que lleva el diablo", pero mientras estuve con él,, actue de la forma más natural... sin aspavientos. Le dije, si esto te sirve, pues ahi lo tienes.

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  7. Malina
    Creo que haces bien en responder los comentarios. Es más educado.

    Rosa
    Yo no me moví porque estaba "conectada" y por nada del mundo me hubiera quedado sola esa noche.

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  8. Siempre pasa igual, nos quejamos y volvemos a quejarnos sin darnos cuenta que otros están bastante peor que nosotros. Mejor darse cuenta a tiempo y disfrutar de las cosas (a poder ser con una sonrisa) porque es verdad que tu vida puede mejorar (siempre puede) pero también puede empeorar (siempre puede).

    Habrá que contentarse con lo que hay, sonreir y tirar pa´lante. Por lo menos yo es lo que intento :)

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  9. Ya he leido esto, puede ser cyllan? la historia es bien familiar, croe que ya he leido esto tuyo, y se que te encantan los comentarios jeje, asi que paso por aca...zapatos de otro a veces sueño siendo otra persona, pero al final de dia disfruto siendo yo, y no lo cambiaria por nada...

    Marina

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  10. Zebedeo
    Muchas gracias por tus palabras. Tiraremos "pa´lante", claro que sí.

    Marina
    Reporterita... ¿Cómo estarás?...
    Sí que puede que lo hayas leído, en cierto Clan.

    Besos a los dos.

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  11. Leí tu historia. Me ha llegado, no sé porqué, la historia que se ve detrás de la historia. Salir corriendo de casa, y sin nada, por la noche. Quizás esta experiencia te hizo replantearte el asunto de los zapatos...
    Perdona que no te devuelva las visitas con frecuencia, pero no me paseo mucho ultimamente por ningún sitio.
    El poema, si lo deseas, utilízalo o regálalo a quien te haga preguntarte justamente "eso", ¿de acuerdo amiga mia?
    Un abrazo...

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  12. Tú has reparado más en la historia que está detrás. Esa es la importante, la viste.
    No te preocupes por las visitas, las veces que pases buenas son y tus reflexiones siempre son bienvenidas. Prefiero a los que, como tú, dejan sus palabras de amigo alguna vez que a los que vienen cada día y de si no "dejan" nunca nada.

    Tu poema se lo regalo aquí mismo ¿por qué no? a todos los que dejaron alguna vez algo.

    "¿Es saludable amar así?
    ¿es bueno querer
    como yo te quiero?
    ¿es
    tan siquiera aconsejable poner
    de esta manera
    mi mundo en tus manos
    mi corazón entre tus dedos
    y mi cuerpo entre tus brazos?
    ¿como puedo amarte tanto?
    ¿como puedo amarte tanto?
    ¿como puedo...
    ...amarte...
    ...tanto?
    ¿Sabes que el sol,
    ese sol,
    que miramos tu y yo
    recoge todo
    el amor con que lo miro
    y lo derrama
    despues
    sobre tu espalda?
    Di, ¿como puedo amarte tanto?
    ¿como puedo amarte?
    Tanto..."

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  13. No hay nada como nuestros propios zapatos. Especialmente si son viejos y ya se han adaptado a la forma de nuestros pies.

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  14. Heey Tawaki, señor fotógrafo. Sí que me estoy preocupando con los de los gustos parecidos sí. ¡Es que mola más ser única porras! Jajaja :P

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  15. Un fuerte abrazo, Cyllan. Yo también leí entre zapatos, o entre líneas, como prefieras. :)

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  16. Mmm ¿de veras?, bien hecho Manda. Un beso. Pero descansa con tu sitio que luego nos dejas por stresss. Eres como una ametralladora jaja.

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