9 de diciembre de 2009

La sangre sobre la nieve es más roja

-La sangre sobre la nieve es más roja.- Pensó Samuel mirando a una zona junto a sus pies exenta de nieve y sangre. El pelo de la nuca se le erizó. Era una fresca mañana de los primeros días de abril y, subiéndose el cuello de su vieja gabardina, maldijo en silencio al deshielo por haber borrado hasta la última huella de los hechos que acontecieron en ese bosque hace apenas dos meses. Su cliente debía estar loco si confiaba en que con estas condiciones él podría arrojar luz en las investigaciones de la policía. Pero era su trabajo y le pagaban bien, así que dio una vuelta por los alrededores fijándose en cada árbol, en cada piedra con altura suficiente como para haber permanecido descubierta durante el largo invierno; otra cosa no tendría, pero paciencia le sobraba.